Tu Cocinero01-tribal seeds – dark angel

Hola,  mi  nombre  es  Nivaldo,  soy  cubano,  nacionalizado  español  y  por  supuesto vivo en España, un país precioso y con una gastronomía increíblemente variada e interesante.Desde pequeño estuve muy pegado a la cocina y la gastronomía, pues desde que tengo uso de razón, recuerdo que mis  padres nos llevaban a comer  a mi hermana  y a mi, a  restaurantes,  cierto que  me gustaba  comer  pero;  mas  que  por  saciarme, yo  siempre  estuve mas pendiente de como servían los camareros, con la servilleta de un blanco impecable colgando sobre el brazo izquierdo,  con  sus  largos  delantares  y  sus  camisas  blancas  abotonadas   hasta  el   cuello cubierto  con un  lacito  negro,  me gustaba observar todo el proceso del servicio, me fijaba en la  decoración de los platos, en como los colocaban delante de nosotros con tanta delicadeza y seguridad.  Aun hoy en día puedo recordar nombres de platos que me han quedado grabados en  la  memoria  desde  que   tenia   tan  solo  seis  o  siete  años  de  edad, aun recuerdo el Club Arabe  en  el Paseo del Prado de la Habana, o La Fallette en la calle Aguiar, con su picadillo a la  habanera,  recuerdo  a  su  barman  Gerardo,  preparando  el cóctel cubanito, tan diestramente lo hacia que colocaba sobre la barra  20  o  30  vasos  a  la  vez  y  los preparaba todos en un abrir y cerrar de ojos, tal fue mi interés por la cocteleria que aquel hombre  termino  revelando  el  secreto de aquel cóctel, pues el era quien mejor lo preparaba en toda la Habana y solo el le ponía un  ingrediente  secreto,  secreto  que ya para mi no lo era, con 16 años me sentía afortunado y hoy en día con 48 sigue siendo mi cóctel  favorito,  pero  esto  de  los  cócteles  sera otra historia que un día os contare. Volviendo al tema, estuvimos en el Floridita, con  su  langosta  enchilada,  cuna  del  Daiquiri  de  Heminway,  en  La  Carreta  con  el  pollo  campero, Los Siete Mares con sus pescados,  El  Cochinito  con  sus masas de puerco fritas y arroz con frijoles, El Conejito con su conejo ali-oli, El Mandarín con su exquisito  arroz  frito  especial,  El  Polinesio,   por Dios,   lo  recuerdo como si fuera hoy,   era mi preferido, en los bajos del Hotel Habana  Libre,  con su famoso Pollo a la barbacoa al estilo polinesio, con su helado flameado, que tiempos aquellos, podría estar horas hablando sobre este tema, creo que con mis padres he estado en todos los restaurantes de La Habana durante mi infancia, supongo que de ahí me viene el don de cocinar, esta gran pasión que siento por la cocina, que desde los 9 años ya preparaba mis primeros platos en casa, siempre mi madre me reñía por estar colado en la cocina, de hecho me llamaba “cazuelero” jajaja, pues siempre  estaba  pendiente  de  lo  que  ella  estaba preparando y en cuanto se descuidaba, yo ya había levantado las tapas de las ollas para fisgonear lo que estaba cocinando, y si me daba tiempo ya estaba yo metiendo una cuchara para probar, y ya con esa edad  le  sugería  a  mi  madre  que estaba soso,  o necesitaba mas comino,  pimienta o cualquier otra especia, hermosos aquellos tiempos  en que yo cocinaba para mi hermana tres años menor que yo, cuando mis padres estaban en el trabajo, siempre estaba experimentando  platos y preparando recetas que sacaba de libros de cocina de mi madre,  pero que intentaba cambiar siempre algún  ingrediente para probar sabores,  bueno  a  mi  hermana  siempre  le  gustaba mucho lo que yo preparaba jajaja.  Con los años fui creciendo y me case, aunque no lo creáis, en casa, siempre he cocinado yo, no porque mi mujer no sepa, sino  porque me gusta  hacerlo  a  mi,  el  día  que  no  cocino algo me siento fatal, la cocina para mi es como una droga, y aquí amigos es a donde quería llegar,  por  que  no  solo  me  gusta  cocinar,  también me gusta que la gente pruebe lo que cocino, que la gente aprenda a cocinar y apreciar  la  cocina,  que para muchos  es un martirio,   pero que estoy seguro que si me seguís y probais ha ponerle un poco de interés,  os daréis cuenta que es un  arte  maravilloso,  descubrireis que cuando tengáis invitados en casa y cocineis para ellos,  recibiréis la satisfacción de  sus  elogios por lo buena que estaba vuestra comida, ese es el mayor placer de cocinar, porque yo os contare un secreto, yo no cocino para mi, yo cocino para los demás, para vosotros, porque es un placer agradar paladares ajenos, quedaos conmigo, seguidme, atreveros a probar mi cocina y os prometo que no os arrepentireis nunca. Gracias.