Hoy os enseño a preparar una sabrosa tarta de queso que no necesita ser horneada, tendrá una base de galletas y va cubierta de mermelada de frambuesas, el ingrediente principal es el queso crema.
Ingredientes
Para un molde de 22 cm de diámetro:
500 g de queso crema (tipo Filadelfia)
250 g de nata (crema de leche)
200 g de galletas dulces (tipo María)
75 g de azúcar blanco
450 g de mermelada de frambuesas
6 hojas de gelatina sin sabor (aproximadamente 20 g)
150 g de mantequilla
Preparación
Lo primero es preparar la base de galletas, para ello debemos triturar las galletas hasta hacerlas finas
Mezclar las galletas molidas con la mantequilla en pomada hasta que al coger un puñado y apretar se queden pegadas
Verter en el molde y repartir uniformemente. Apretar bien con las manos, cubre también los laterales del molde, dejando 3 milímetros hasta el borde sin cubrir. Colocar en la nevera 30 minutos
Para el relleno, montar la nata, que debe estar bien fría, a medio punto. Añadir el azúcar y terminar de montar
Añade el queso crema y continua batiendo hasta obtener una crema
Debes tener las hojas de gelatina previamente hidratadas en agua fría. Calienta un chorro de nata y mezcla con 4 hojas de gelatina hasta disolverlas. Añade la gelatina con nata al resto de la crema batida y bate durante un minuto mas
Saca la base de galletas de la nevera y rellena con la crema batida como muestra la imagen
Vuelve a colocar el molde en la nevera durante al menos 2 horas o hasta que al tocar con el dedo tenga la superficie tan firme como para aguantar el peso de la mermelada de frambuesas. Cuando endurezca la superficie, hidrata las dos hojas de gelatina restantes en agua fría, calienta en el micro ondas un par de cucharadas de mermelada de frambuesas y funde la gelatina en ella
Vierte la mermelada hasta cubrir toda la tarta, ayúdate con una espátula para que quede uniformemente repartida por toda la superficie
Coloca nuevamente la tarta en la nevera y déjala enfriar al menos 6 horas, o de un día para otro. Para desmoldar, introduce una puntilla (cuchillo pequeño) por el borde interior haciendo girar el molde para que se despegue toda la base de galletas, luego coloca la mano debajo presiona hacia arriba para retirar el aro. Coloca la tarta en un plato sin quitar el disco del molde ya que se rompería la base de galletas. Lista para cortar. Puedes decorar con hojas de menta. Acompaña con té, café o tu bebida preferida. Bon profit. Buen provecho.