Hostelería y restauración

Perfil Profesional de un cocinero

Seguramente todos hemos escuchado hablar alguna vez del perfil profesional que hace falta para ocupar un determinado puesto de trabajo, pero seguro que no todos sabemos que significa este concepto. Asi pues, en primer lugar vamos a definir brevemente lo que entendemos por perfil profesional en un sentido generalizado, es decir, para cualquier tipo de trabajo, con el fin de poder aplicarlo mas tarde al campo de la restauración.

El perfil profesional es el conjunto de conocimientos, aptitudes y actitudes precisos para desarrollar, de forma eficaz, una tarea concreta.

Por ejemplo, si un empresario necesita seleccionar a una persona para su plantilla de la cocina, el instrumento que te ayudara a sistematizar todos los requerimientos del puesto a cubrir es el profesiograma.

Vamos a ver mas a fondo las dos figuras representativas en la cocina: el jefe de cocina y el cocinero, con el fin de comparar las características y las responsabilidades de cada uno de ellos.

Perfil Profesional del cocinero

Los conocimientos que necesita un cocinero no son los mismos que los que necesita un camarero, y la simpatía que ha de mostrar un camarero no es imprescindible en la cocina para poder elaborar un suculento plato. El conjunto de las aptitudes y las actitudes junto con el estilo para desarrollar las diferentes tareas, sera lo que transmita a los clientes la imagen definitiva de un establecimiento. Es evidente que la productividad y, en consecuencia, la rentabilidad de un restaurante dependen, en gran parte, de que todo el personal reúna las características que su perfil profesional requiera.

¿Cual es el perfil profesional necesario para un buen cocinero?

O sea, ¿cuales son las aptitudes y actitudes, tanto desde el punto de vista físico como profesional,  que permiten en la cocina afrontar con éxito el trabajo?. En otras palabras, el perfil profesional del cocinero.

Se entiende por aptitud el conjunto de cualidades físicas y profesionales imprescindibles para llevar a cabo una tarea determinada.

Entendemos por actitud la forma, predisposición y motivación con la que cada persona se enfrenta a su tarea diaria.

El mantenimiento de una actitud positiva de forma permanente durante el desarrollo de los diferentes servicios y la predisposición a convertir las normas en hábitos son dos de las características que califican a todo buen profesional.

No obstante, hay personas que empiezan el trabajo por la mañana con cierta apatía y, poco a poco, se van animando a lo largo de la jornada y, por el contrario, otras empiezan muy eufóricas, pero sus ganas de trabajar van decayendo segun transcurren las horas.

Por este motivo, en la próxima entrada os prometo hablar de que actitudes se deben mantener durante los tres momentos en que se divide la jornada laboral.

Ahora ya conocéis el concepto de perfil profesional.

 

 

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